Seleccionar página

Las espinacas

Las espinacas son un alimento que aporta varios beneficios, además su consumo es muy versátil ¡un gran alimento para tu dieta!

Es importante destacar que a pesar de que las espinacas no son ricas en hierro, como nos decían años atrás, tienen varios minerales y vitaminas como el magnesio, vitaminas A, C, E y su aporte calórico es muy bajo.

Las espinacas son plantas herbáceas que destacan por sus hojas verdes, ovaladas y de aspecto rugoso. Han sido cultivadas desde hace más de dos milenios en Asia, pero desde el siglo XII se dio a conocer en Europa.

Este alimento se caracteriza por su tallo central, largo y carnoso, su altura no sobrepasa el metro y sus hojas se caracterizan por un color verde intenso. Sin embargo, hay distintos tipos de espinacas como las savoy y las de hoja lisa.

La mayor parte de las espinacas están compuestas de agua, tienen 23 calorías por 100g y son bajas en grasas o carbohidratos. Su aporte nutricional destaca por ser ricas en vitamina A, buena para la salud oftálmica y para fortalecer el sistema inmunitario. También, aporta vitamina C, importante para reducir la hipertensión o para mejorar la piel.

 

Este alimento también es rico en minerales como el magnesio, importante para mantener la musculatura y reducir el cansancio y fatiga. De igual manera aporta manganeso, el cual favorece la producción de tejidos cartilaginosos.

Un dato curioso sobre la espinaca es que el aporte de hierro o calcio no son especialmente aprovechables, debido a la presencia de ácido oxálico que impiden la buena asimilación de minerales. Está es la razón por la cual es conveniente consumirlas cocinadas.

Es recomendable aprovechar las espinacas frescas y de temporada, debemos fijarnos en el estado de las hojas que no estén arrugadas ni golpeadas. Se deben sentir tersas al tacto, con una ligera resistencia y que sus hojas tengan una intensidad fuerte, ya que al estar verdosas demuestran frescura.

Hay que tener en cuenta que esta verdura es muy perecedera. Por lo cual conviene consumirla en poco tiempo, para conservarla es bueno guardarlas en el frío o en la refrigeradora envuelta en un papel film ligeramente agujereado. Otra opción es guárdalas en un tupper alternando una capa de papel de cocina absorbente entre cada capa de hoja de espinaca.

Una vez que tenemos claro como escoger y conservar las espinacas, es momento de aprovechar su versatilidad gastronómica. Se pueden consumir crudas en una ensalada o guarnición, pero lo más común es consumirlas cocinadas.

Los guisos o los hervidos son las recetas que mejor van con este alimento, y en donde se evitar la presencia de los oxalatos ¡aprovecha los beneficios de las espinacas!

 

Vía Directo al paladar

PUBLICAR UN COMENTARIO

0 comentarios

×